El Mantra Compasivo de Om Mani Padme Hum

 

Om Mani Padme Hum es un mantra popular en la religión del budismo y casi todos los laicos que siguen esta enseñanza lo sabrán de alguna manera.

Según el budismo, este antiguo mantra está asociado con el bodhisattva de la compasión, Avalokiteshvara. Para los chinos, Avalokiteshvara es normalmente conocido como’Guan Yin’ que se traduce a Diosa de la Misericordia en Inglés.

El tibetano, por otro lado, se refiere a este bodhisattva como’Chenrezig’. Se dice que todas las enseñanzas del Buda están contenidas en este mantra Om Mani Padme Hum y que los budistas tibetanos creen que decir el mantra (oración) en voz alta o silenciosamente a uno mismo, invocaría SU poderosa y benevolente atención.

Además, Chenrezig ocupa un lugar especial en el corazón del pueblo tibetano porque lo consideran su protector. Esto se debe a que, según una de las historias del dharma, Chenrezig es enviado por Amitabha Buddha para observar al pueblo del Tíbet con la intención de ayudarles a poner fin a sus sufrimientos.

El budismo tibetano también afirma que Chenrezig es conocido como la encarnación de la compasión de todos los Budas (DIEZ DIRECCIONES) y es por esto que es altamente considerado en el budismo Vajrayana.

Los tibetanos también creen que el Dalai Lama es una manifestación terrenal de Chenrezig y es por eso que Su Santidad es muy respetado por todo el pueblo tibetano y también por los seguidores del budismo tibetano.

En tibetano, este mantra se pronuncia «Om mani peme hung» y practicando este mantra, se cree que el practicante será capaz de acumular méritos y también purificar sus malos karmas y delirios.

Es muy común que cada tibetano recite este mantra aunque no entienda el profundo significado detrás de él. Porque saben que este mantra les traerá paz y les dará fuerza cuando se enfrenten a situaciones difíciles o durante tiempos turbulentos. Uno de mis mejores amigos que visitó el Tíbet y Bután hace algunos años me dijo que escucharía este mantra en casi todas las casas de té que visitaba.

El pueblo tibetano recita este mantra miles de veces al día como parte de su práctica diaria de oración. Aparte de eso, también tallan este mantra en rocas e insertan papel escrito con este mantra en estatuas sagradas y pozos de oración. Se dice que al hacer esto, los efectos del mantra se incrementarán enormemente.

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